¿Os habéis fijado en que en las aceras, cuando hay un paso de peatones
cerca, las losetas cambian y suelen ser de un color más rosado y con
pequeños círculos, como botones, en relieve? Esto es una forma de
señalizar el paso de peatones para las personas con baja visión o
ceguera que usan bastón blanco. Algo parecido pasa en las entradas y
salidas de garajes y parkings solo que, en lugar de “botones redondos”
son cuadrados más pequeños las formas en relieve. Al usar distintas
figuras y tamaños, el ruido y la vibración que percibe quien pasa el
bastón por encima de esas superficies son distintos, lo que les permite
distinguir si se trata de un garaje o un paso de peatones. Aunque ahora
en las ciudades en las que se están modernizando las aceras se estén
cambiando estos diseños, los ayuntamientos tienen que tener en cuenta
que deben señalizar estos puntos aunque cambien el estilo.
Tambien os podéis haber fijado en que últimamente en algunos
semáforos para peatones no hay únicamente dos cuadrados como siempre, un
primero para la luz roja y un segundo para la luz verde, sino que en
algunos casos hay un tercer cuadrado encima del de la luz roja, uno que
nunca se enciende y no está en todos los semáforos. Cuando lo veáis
sabréis que ese semáforo dispone de una señal sonora emitida para avisar
a las personas con problemas de visión. Estos semáforos suenan para
avisar a los peatones que pueden cruzar, algunos lo hacen
automáticamente y hay otros que deben ser activados mediante un mando a
distancia que tiene la persona que necesita este servicio, el tercer
cuadrado es el receptor de la señal del mando. La cosa funciona así:
cuando el peatón se acerca a un paso de cebra (ya he explicado antes
cómo están señalizados en el suelo) solo tiene que apuntar con el mando
hacia el semáforo y accionar el mando, sabrá cuándo lo ha conseguido
porque el receptor emitirá un sonido para confirmar su activación, luego
solo debe esperar a que el semáforo se ponga en verde y que comience a
sonar el aviso (a veces suele tardar 1 o 2 segundos de más por
precaución). A veces estos mandos son usados por personas que no
necesitan usar ni bastón ni perro guía, pero que tienen
problemas para ver los semáforos.
Una recomendación, basada en mi experiencia: si queréis avisar a alguien
con baja visión o ceguera por la calle, por favor no le gritéis sin
más, primero porque no tiene porqué saber que le habláis y segundo
porque si la advertencia no es muy clara le podéis asustar y empeorar la
situación. Lo digo porque una vez, cruzando una calle de 4 carriles
por un pasp de cebra, desde una de las aceras un hombre me gritó
“¡CUIDADO, CUIDADO CHICA!”, dándome por aludida me asusté porque creí
que a lo mejor venía una bici o un coche eléctrico de los que no se oyen
y me paré en mitad de la calle asustada; resultó que solo era una bolsa
de plástico que había delante de mí. Yo entiendo que el hombre quería
ayudar, pero no veais el susto que me dió.
Muchas gracias por vuestros comentarios y hasta la proxima.
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